«Carta de presentación para amar»

(Anotaciones del libro «El arte de amar» – Erich Fromm)

No deseo ser deseable para ti.

No quiero ser una mercadería humana en donde para ser atractivo necesito ser sociable y tolerante.

No soy un objeto disponible en el mercado, ni quiero enamorarme por haber encontrado el mejor objeto amado.

Y si el amor es un arte, necesitaría trabajarlo de manera teórica y práctica hasta que estas 2 se fundan y aparezca la intuición como un proceso de discernimiento.

Deseo amar para beneficiar al alma sin conseguir un bien material o prestigio social.

Deseo amar desarrollando la razón, encontrando una mera armonía humana.

No quiero encontrar la solución a la separación o a la soledad a través del acompañamiento.

Y si en algún momento rompo con mis ideales y me convierto en un ser bruto, deseo ser brutalmente honesto.

No deseo usar la misma forma de unión que está lejos de ser la solución que con mayor frecuencia ha elegido el ser humano en el pasado y en el presente: la unión basada en la conformidad con el grupo, sus costumbres, prácticas y creencias.

Deseo sabernos unidos y solos al mismo tiempo. No en co-dependencia con el otro u otra; pues no deseo seguir un sistema dictatorial ni democrático en una relación sexo-afectiva.

No busco una respuesta a la búsqueda de unión; no busco conformidad en un grupo o rebaño para no encontrarme con mi soledad.

No tengo miedo a ser diferente a los otros para encontrarme conmigo mismo.

No tengo una necesidad de conformismo, ni la busco. También deseo la incomodidad y el cuestionamiento en una relación afectiva.

No deseo que seas un medio para realizar mis fines.

Tienes que saber que llegaré a ser quien deseo ser, incluso si no estoy contigo. Mi individualidad no desea lo mismo que mi colectividad social.

Quiero recordar que soy un hombre, un individuo único, al que solo le ha sido otorgado una única oportunidad de vivir, con esperanzas y desilusiones, con dolor y temor, con un anhelo de amor y el miedo a la nada.

Busco una actividad creadora, una unidad interpersonal.

Deseo tomar riesgos como lo hago ahora; tomar decisiones, no quiero renunciar a mi integridad.

No eres todo para mi, ni deseo que lo seas. Pues estaría idealizándote, y eso sería un gran error; no me considero una persona sádica ni masoquista.

Busco la unión como una condición de preservar la propia integridad, la propia individualidad.

No deseo una pasión: envidia, celos ni ambición, ni cualquier avidez. Deseo una acción, la práctica de un poder humano, que sólo pueda realizarse en la libertad y jamás como resultado de una compulsión.

Deseo una acción que implique esfuerzo, pues «en el acto de dar está la expresión de mi vitalidad».

Deseo dar lo que está vivo en mí, mi alegría, mi interés, mi compromiso, conocimiento, humor y tristeza. Todas las expresiones y manifestaciones de lo que está vivo en mí. 

Deseo realzar el sentimiento de vida de otra persona al exaltar el mío propio.

Deseo trabajar por aquello que amo y amar aquello que trabajo.

Deseo tener la capacidad de verte tal como eres, tener conciencia de tu individualidad única. Preocuparme porque crezcas y te desarrolles tal como eres.

Respetar sobre la base de la libertad.

«Amo a todxs en ti, a través de ti amo al mundo, en ti me amo también a mi mismo»

No deseo conquistar ni ser conquistado, ni accionar por vanidad, ni por el deseo de herir ni de destruir. No quiero caer en la idea errónea de amar porque deseo físicamente. No deseo unir el deseo sexual a la idea del amor. Ni que la atracción sexual, cree por un momento, la ilusión de la unión.

No deseo enamorarme y no sentir amor por alguien más; no deseo a la unión como una ilusión en donde no puedo amar a alguien más.

Deseo amar por decisión, por juicio propio, por compromiso y por voluntad.

Deseo amar a una persona porque entiendo que hacerlo es amar al ser humano como tal.

Deseo amar porque entiendo que en el mero acto de amar, no encontraré un remedio para la soledad. Pues entiendo que esta no es una enfermedad, sino una decisión amorosa hacia conmigo mismo.

No quiero enamorarme, no quiero cegarme de la realidad, no quiero ser un ser compulsivo a través de ello; ni constituir una transferencia de los objetos amorosos de la infancia.

Deseo no solo la satisfacción sexual recíproca y el amor como «trabajo en equipo» que constituyen las 2 formas «normales» de la desintegración del amor en la sociedad occidental contemporánea.

No deseo la condición básica del amor neurótico que radica en el hecho de que uno de los 2 «amantes» han permanecido ligadas a la figura de un progenitor y transfieren los sentimientos a la persona amada.

No deseo ser amado, sino amar.

No deseo admiración del ser humano amado. 

Busco el aquí y el ahora de la relación con otra persona real. 

No deseo evadir mis problemas propios y enfocarme en las flaquezas del ser amado.

No deseo la ilusión de que el amor significa necesariamente la ausencia de conflicto; no deseo evitar el dolor y la tristeza.

No deseo evitar los verdaderos conflictos reales.

No deseo un lugar de reposo, sino un moverme, crear, trabajar juntos, habiendo armonía o conflicto, alegría o tristeza. Deseo ser uno conmigo mismo para ser el uno con el otro u otra. 

Amar es una experiencia personal que sólo podemos tener por y para nosotros mismos.

Pero para amar, necesito comenzar por practicar la disciplina, la concentración y la paciencia a través de todas las fases de mi vida.

Deseo ver a la gente y las cosas tal como son.

«Paradójicamente, la capacidad de estar solo es la condición indispensable para la capacidad de amar».

«El arte de amar» – Erich Fromm.

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